El segmento de bicicletas eléctricas ha experimentado una expansión notable en los últimos años, revelándose como una alternativa de transporte más amigable con el medio ambiente y eficiente.
De hecho, cada vez más consumidores adoptan esta modalidad de transporte, motivados no solo por los beneficios ambientales, sino también por los costos asociados a los combustibles tradicionales.
En áreas geográficas privilegiadas, especialmente en grandes centros urbanos con mejores condiciones económicas, la presencia de bicicletas eléctricas es más significativa.
Estos vehículos van más allá del uso recreativo, convirtiéndose en una opción popular para los desplazamientos diarios, incluyendo la entrega de mercancías.
¡Dependiendo de la ciudad en la que vivas, es posible que ya hayas visto una bicicleta eléctrica con un baúl acoplado, lista para hacer entregas!
La verdad es que el mercado de las bicicletas eléctricas está en expansión. Según datos proporcionados por la Alianza Bike, la Asociación Brasileña del Sector de Bicicletas, las ventas de bicicletas eléctricas han experimentado un crecimiento constante, con un promedio anual entre el 20% y el 30% desde 2016.
Pero, ¿vale la pena invertir en una? ¿Cuál es el futuro de este mercado?
La variedad y las ventajas de las bicicletas eléctricas
Conocidas también como e-bikes, estos modelos cuentan con motores eléctricos integrados para ayudar en la propulsión.
Con una amplia gama de opciones, desde las más ligeras, capaces de alcanzar hasta 32 km/h, hasta las más robustas, que pueden alcanzar impresionantes 45 km/h, estas bicicletas utilizan baterías recargables como fuente de energía para sus motores.
Existen modelos equipados con pedelecs, que ofrecen asistencia al pedaleo, proporcionando propulsión adicional según sea necesario.
Además, hay modelos con aceleradores, que no requieren pedalear cuando se activan. Ambos tipos son reconocidos por su practicidad y la ausencia de emisiones dañinas para el medio ambiente.
Una ventaja adicional es la dispensa de licencias de conducción, lo que convierte a las bicicletas eléctricas en una opción accesible para una variedad de usuarios.
La capacidad de acoplar baúles de carga amplía aún más la utilidad de estos vehículos, convirtiéndolos en fuentes de ingresos para muchos o en herramientas de transporte prácticas para la rutina diaria de las personas.
Evolución del mercado en Brasil
Brasil ha experimentado un crecimiento sustancial en la industria de bicicletas eléctricas en los últimos años.
En 2022, las ventas totalizaron impresionantes 304,9 millones de reales, lo que representa un aumento del 5,4% en comparación con el año anterior. Esta cifra se traduce en la comercialización de más de 44 mil unidades, registrando un aumento significativo del 9,6% en comparación con 2021.
De hecho, el país celebra el quinto año consecutivo de expansión en las ventas de e-bikes desde 2016, cuando la Alianza Bike comenzó a monitorear el mercado.
El crecimiento es notable, con las ventas casi duplicándose en cinco años, pasando de 22,500 en 2019 a 44,833 en 2022.
Cabe señalar que el Polo Industrial de Manaus (PIM) se destaca como una pieza fundamental en la producción nacional, contribuyendo con el 24% de todas las bicicletas eléctricas fabricadas en el país.
Escenario actual y perspectivas para el futuro
Según la Alianza Bike, considerando la importación, el ensamblaje y la producción, el escenario más conservador apunta a un crecimiento del 19% para finales de 2023.
Por otro lado, el escenario más optimista sugiere un aumento del 27%, alcanzando aproximadamente 57 mil unidades de bicicletas eléctricas el próximo año.
La verdad es que el mercado de bicicletas eléctricas en Brasil aún está en sus inicios. Sin embargo, las tendencias globales indican un crecimiento continuo, y esto afecta a nuestro país.
Se estima que para 2030, el mercado global de bicicletas eléctricas alcanzará la significativa cifra de 120 mil millones de dólares. La región de Asia-Pacífico se destaca como el mayor mercado global, abarcando el 42,5%, seguida por Europa y Estados Unidos.
Para los expertos, Brasil aún carece de medidas significativas para impulsar la adopción de bicicletas eléctricas.
Reducir la carga tributaria, considerando la legislación que equipara las e-bikes a los ciclomotores, es una medida que podría hacer que estos vehículos sean más accesibles para los consumidores.
Además, una mayor conciencia sobre las ventajas de las bicicletas eléctricas, incluido su uso para la entrega como una fuente de ingresos adicional, podría ser esencial para aumentar su popularidad.
De cualquier manera, las tendencias globales apuntan a una reducción en las emisiones de carbono, lo que indica que Brasil podría adoptar medidas más sólidas en el futuro, impulsando aún más el mercado de bicicletas eléctricas.
Este es un escenario en constante evolución, y la creciente preocupación por cuestiones ambientales y el posible apoyo gubernamental son factores cruciales que moldearán el futuro de este mercado prometedor.
Brasil, al igual que otros países, puede beneficiarse no solo económicamente, sino también ambientalmente, al abrazar las bicicletas eléctricas como una alternativa de transporte sostenible y eficiente.